martes, 14 de abril de 2020

miércoles, 8 de abril de 2020

ANTE EL 14 DE ABRIL: NI RECORTES EN SANIDAD, NI CORRUPCIÓN, NI MONARQUÍA. ¡REPÚBLICA!

MANIFIESTO

El 14 de abril de 1931 la ciudadanía acabó con un régimen monárquico corrupto que hacía aguas en lo social, en lo económico y en lo político. El pueblo exigía mejorar sus condiciones de vida y de trabajo y decidir su destino. Con sus movilizaciones trajo la República.

En  2020 estamos sufriendo una pandemia muy fuerte que nos tiene confinados y confinadas, situación sanitaria agravada por las políticas neoliberales que desarticularon los servicios públicos esenciales y privatizaron una buena parte de la  sanidad  y de las residencias de personas mayores. Privatizaciones ligadas a las corrupciones y a los beneficios desmedidos de las grandes empresas.

Aunque ya se sabía de la fortuna y de las “comisiones” de Juan Carlos de Borbón, han sido estos últimos meses cuando la prensa extranjera ha destapado sin tapujos sus  millonarias cuentas en Panamá y Suiza. La falsa imagen que nos habían vendido desde unos medios sumisos, se desmorona y aparece un Rey que ha sido todo menos ejemplar,  amparado por la medieval inviolabilidad que permite todo tipo de fechorías y  que ha utilizado los servicios del Estado para sus fines privados. Con la complicidad y el lucro de las grandes empresas y las fuerzas del régimen del 78.

Siendo grave la corrupción de los Borbones, el problema es la Monarquía. Una institución no democrática, que no hemos votado, que proviene actualmente de la dictadura fascista, que hereda la Jefatura del Estado como se hereda una cuenta en Suiza. Felipe de Borbón no es, a pesar de haber intentado “matar al padre”, una alternativa porque conocía perfectamente y es beneficiario de “los negocios” de su padre y sale ahora, ante las informaciones publicadas, a intentar distanciarse de la ilegal fortuna del llamado rey emérito.

Ya no aceptamos que se nos siga mintiendo. No aceptamos la inviolabilidad de una Monarquía corrupta, nada ejemplar, medieval e inservible.  La cacerolada a la hora en la que Felipe de Borbón daba su discurso el pasado 18 de marzo es un ejemplo. Es la hora de poder decidir la forma de Estado, Monarquía o República. La Consulta Popular Estatal convocada  el 9 mayo y  que tendrá que ser aplazada por la pandemia,  será el aldabonazo para iniciar el camino hacia una democracia plena, la República.

Pero también tendremos que decidir sobre el modelo económico y social para garantizar que lo público, lo común, la sanidad, la educación, las residencias, los servicios sociales no puedan ser privatizados y no tengamos que sufrir, como en estos días, la falta de personal, de instalaciones y de medios, por políticas neoliberales privatizadoras que solo benefician a unos pocos. Y que los trabajos sean estables y los sueldos justos y suficientes. Y que se garanticen unas pensiones públicas dignas.

También tendremos que decidir cómo acabar con el patriarcado, con las violencias machistas y garantizar de una vez la igualdad de mujeres y hombres. Y sobre el modelo territorial para que quepamos todas y todos. Sobre el modelo económico que acabe con el neoliberalismo y con  el poder de unos pocos. Decidir sobre todo lo que nos afecta y concierne. Democráticamente.

Cuando superemos la pandemia, que hoy es el primer objetivo, saldremos a la calle a exigir democracia plena y poder de decisión. En democracia nada es incuestionable salvo la soberanía del pueblo. ¡VIVA LA REPÚBLICA!